
El otro día estaba hablando con mi padre sobre el rectificado, vaya, yo no tenía ni idea de en qué consistía y desde luego, resultó ser algo realmente interesante. Si quieres conocer más sobre el rectificado en el mecanizado de piezas, tranquilidad, porque vengo aquí a contarte todo. Esto, es un proceso bastante completo, y que llega a utilizarse para obtener superficies muy precisas y acabados de alta calidad en piezas metálicas para posteriormente darle diferentes utilidades en otras fabricaciones ¿a qué suena interesante?
Esto no se queda aquí, sino que todo este proceso consiste en el uso de una herramienta abrasiva llamada muela, que gira a alta velocidad y realiza movimientos de corte sobre la superficie de la pieza de trabajo.
Todo esto, tiene como objetivo final eliminar pequeñas cantidades de material de las piezas para lograr dimensiones y formas exactas, así como una rugosidad superficial adecuada. Este proceso se utiliza en piezas que requieren una alta precisión dimensional, formas complejas o acabados superficiales especiales.
Cómo se realiza el rectificado
El complejo proceso del rectificado se realiza en máquinas rectificadoras que están específicamente pensadas para esta finalidad, y que pueden ser de diversos tipos, como rectificadoras cilíndricas, rectificadoras de superficie, rectificadoras sin centros, entre otras. Estas máquinas cuentan con una mesa de trabajo donde se sujeta la pieza y un cabezal portamuela que sostiene la muela abrasiva.
Durante el proceso de rectificado, la muela va girando y se desplaza sobre la superficie de la pieza mediante movimientos lineales o rotatorios. El material de la pieza que hemos colocado es removido mediante el contacto entre los granos abrasivos de la muela y la superficie de la pieza, generando pequeños surcos o estrías. De esta forma, conseguiremos que la pieza inicial quede perfecta para su utilización.
Por lo que, el proceso de rectificado ofrece varias ventajas en comparación con otros procesos de mecanizado. Por ejemplo, llega a permitir obtener una alta precisión dimensional, tolerancias estrechas y acabados superficiales finos. Además, es adecuado para una amplia gama de materiales, incluyendo metales duros, cerámicas y materiales compuestos.
Eso sí, hay que decir que se trata de un proceso lento y consume más tiempo que otros métodos de mecanizado. Además, puede generar altas temperaturas en la zona de corte, lo que requiere la aplicación de lubricantes o fluidos refrigerantes para evitar daños en la pieza y la herramienta.
Tipos de rectificado
Existen varios tipos de rectificado, cada uno adaptado para diferentes aplicaciones y requisitos de piezas. Los métodos más utilizados en este proceso son los siguientes:
Rectificado cilíndrico
Es el tipo más simple de rectificado y se utiliza para llegar a conseguir unas superficies cilíndricas precisas en piezas como ejes, vástagos, pernos y camisas de cilindro.
Rectificado de superficie
Esta, por otro lado, se utiliza para obtener superficies planas y paralelas de alta precisión en piezas.
Rectificado sin centros
Es más, para mecanizar piezas cilíndricas largas y delgadas que no pueden ser sujetadas entre centros.
Rectificado de perfiles
Se emplea para dar forma a piezas con formas complejas y perfiles específicos, como levas, engranajes, matrices de estampado y herramientas de corte.
Rectificado de roscas
Es utilizado para rectificar roscas en piezas como tornillos, tuercas y vástagos roscados.
Rectificado de interiores
Se utiliza para rectificar agujeros interiores de alta precisión, como los agujeros en bloques de cilindros y cojinetes.
En resumen, el rectificado es un proceso de mecanizado utilizado para obtener superficies precisas y acabados de alta calidad en piezas metálicas. Es fundamental en la fabricación de componentes que requieren una alta precisión dimensional y un buen acabado superficial.